sábado, 13 de mayo de 2017

Juguetes de la infancia

A veces buscamos entre nuestros recuerdos aquellos juguetes que añoramos de cuando éramos niños, ¿Cuánto nos ponen a prueba los recuerdos?. Busqué entre mis viajas fotografía y esos juguetes ayer, aquellos de colección, que aparecieron en nuestros recuerdos. En este casos las fotos son sacadas con el tiempo y las busqué para el concurso del mes de la comunidad de fotografía. He buscado y buscado entre mis ficheros para a ver si encontraba alguna y algunas de estas son las que aparté  para presentar al concurso. Recordar aquellos tiempos viendo estas fotos es inevitable. 

Estos en miniatura de la feria me trajeron el recuerdo de los días de feria cuando era niña, esos carruseles que montámos en alguna feria. Caballitos que suben y bajan, los columpios, los cochecitos, la noria, el balance,  autos de choque, etc... 

Foto sacada en el museo del juguete en  Santillana del mar

Carruseles de nuestra época

Y la familia del circo, guiñoles y marionetas,  en la feria de San Pedro,  en el parque. Cuántas historia de circo o del colorín, nos contaban,  que gritos dábamos los niños para ayudar y alertar al bueno cuando se encontraba en peligro y así confundíamos al malvado, entre risas y nervios, cómo vivíamos esas historias.


Marionetas 

Y las ranas que hacían malabares y las movían con tanta precisión.


Y los caballitos de cartón o madera y articulados que juguete más entrañable, resultaba cuando incluso podíamos montar encima de él.




Aquellos  coches antiguos que  jugaban  nuestros niños, les ataban una cuerda y los hacían rodar.


Y aquellas muñecas olvidadas y guardadas en una caja hasta que un día las sacabas para que les diera el aire, las bañaba y la vestía y peinaba  para lucir de nuevo sobre una cama, ¿no es otra  forma de jugar cuando se es mayor?






En la vida de niños los juguetes son necesarios y... por qué no en la vida de los adultos. A mi siempre me han regalado muñecas aunque, sólo estén de adorno en la balda del estudio para deleitarme con la vista y a veces  coger polvo.






Cuantos recuerdos añorados y cuanto encierra en cada mente nuestra niñez. Cuando observamos en la feria o en la ciudad un carrusel como este, no te dan ganas de montar en el caballito que sube y baja. 
Espero poder algún día montarme de nuevo acompañando a un niño pequeño en este de Donosti.

Carrusel antiguo en el paseo de la Concha en Donostia 


 Y como era difícil elegir una foto para el concurso yo elegí la del caballito. Cuando necesite  vuestros votos si quedo entre las 20 clasificadas os los pediré. 


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